SEMANA SANTA
La Semana Santa de Sabanalarga, declarada Patrimonio Religioso Cultural por la Asamblea del Atlántico el 11 de diciembre del 2007, es una celebración que cuenta con más de 180 años de tradición reflejada en la fe de todos aquellos que participan en sus nueve procesiones que se inician desde el penúltimo viernes del tiempo de cuaresma y finalizan el Domingo de Pascua o Domingo de Resurrección.
Elementos característicos de las celebraciones
Los habitantes de Sabanalarga se preparan para estas celebraciones con mucha anticipación para mostrar una tradición viva de fe, tradición cultural y devoción. El solo llegar y pisar la plaza principal de la ciudad, contagia y envuelve al turista en la fragancia del incienso que se quema por todas las esquinas de la población y, que junto a un sol que pareciera brillar más que en todos los días del año, le indican que ha llegado a una de las celebraciones de Semana Santa más famosas y reconocidas de Colombia.
Procesiones
Cada detalle de cada procesión es celosamente cuidado por cada una de las personas que, de generación en generación y por herencia de sus padres, se convierten por esos días en “cargadores”, ”centuriones”, ”apóstoles” ”nazarenos”, ”samaritanas”, ”vírgenes dolorosas”, ”trompetero”, ”campanero”, entre otros.
Atuendos y funciones en a celebración
Los apóstoles están representados por adultos de la tercera edad quienes adoptan el papel de aquellos hombres quienes hace más de 2000 años acompañaron a Jesús en sus largas travesías. Al igual que en aquellos tiempos, para cada día de celebración, los apóstoles son los encargados de buscar y armar cada paso que da el Cristo: desde buscar la burra en la que Jesús hace su entrada triunfal el Domingo de Ramos, iniciando la Semana Santa de Sabanalarga y del mundo entero, hasta tener que plantar al día siguiente, un gran huerto de olivos en un punto retirado del templo principal, sitio al que por la noche llega quien personifica a Judas y le da el beso de la traición a la imagen de Jesús en el huerto de Getsemaní.
En ese momento, se presentan más de 80 hombres, con antorchas encendidas, representando a la guardia pretoriana que en aquel momento de la historia capturó a Jesús, hasta llevarlo para someterlo a juicio delante de los sumos sacerdotes. De allí sale la única y original procesión que se dirige al templo principal de San Antonio de Padua.
De esta forma, cada día de la Semana Santa, Sabanalarga realiza diversas representaciones de los momentos que vivió Cristo y que cambiaron la historia de la Humanidad.
